Antonio Zacarías
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Un jet privado presentó una falla general en sus sistemas y comenzó a caer estrepitosamente, el piloto controló la aeronave y sin previo aviso la aterrizó en el aeropuerto de esta capital; hasta el momento no se reporta ningún herido.
Los hechos ocurrieron al amanecer del lunes (alrededor de las 7:00 a.m.) en la única pista del Aeropuerto de Hermosillo “Ignacio Pesqueira”, donde se retrasaron por más de una hora todos los vuelos comerciales, mientras que los cuerpos de seguridad y rescate aplicaron los protocolos de emergencia.
La aeronave fue identificada como un Gulfstream Aerospace III, con matrícula N39LF, la cual cubría una ruta entre Tucson, Arizona hacia Toluca, en el Estado de México; abordo iban cuatro pasajeros y dos tripulantes; sin embargo, al cruzar la frontera el jet registró una pérdida total de energía que apagó todos sus controles, quedando a la deriva y cayendo en picada.
Fuentes de la terminal aérea relataron que al momento del aterrizaje forzoso, estaban por arribar tres aeronaves, entre éstas un Boeing 737 de Aeroméxico con alrededor de 150 pasajeros, afortunadamente todos los vuelos fueron desviados a tiempo y nadie resultó lesionado.
El jet privado volaba como a 42 mil pies de altura, cuando perdió instrumentos y controles, como un apagón general, así que el avión cayó casi como piedra, lo controló el piloto, y sin avisar porque no tenía radio, lo aterrizó; tuvieron que echar mucha agua para ahogar las turbinas, porque no había otra forma de apagarlo por la misma falla general”, narró un testigo del incidente que al no estar autorizado para emitir declaraciones, pidió anonimato.
Según el sitio en Internet, www.flightaware.com, el jet privado pertenece a Carlos Villaurrutia y anteriormente prestaba sus servicios en el Departamento de Justicia de los Estado Unidos.
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/05/25/1025983
Los hechos ocurrieron al amanecer del lunes (alrededor de las 7:00 a.m.) en la única pista del Aeropuerto de Hermosillo “Ignacio Pesqueira”, donde se retrasaron por más de una hora todos los vuelos comerciales, mientras que los cuerpos de seguridad y rescate aplicaron los protocolos de emergencia.
La aeronave fue identificada como un Gulfstream Aerospace III, con matrícula N39LF, la cual cubría una ruta entre Tucson, Arizona hacia Toluca, en el Estado de México; abordo iban cuatro pasajeros y dos tripulantes; sin embargo, al cruzar la frontera el jet registró una pérdida total de energía que apagó todos sus controles, quedando a la deriva y cayendo en picada.
Fuentes de la terminal aérea relataron que al momento del aterrizaje forzoso, estaban por arribar tres aeronaves, entre éstas un Boeing 737 de Aeroméxico con alrededor de 150 pasajeros, afortunadamente todos los vuelos fueron desviados a tiempo y nadie resultó lesionado.
El jet privado volaba como a 42 mil pies de altura, cuando perdió instrumentos y controles, como un apagón general, así que el avión cayó casi como piedra, lo controló el piloto, y sin avisar porque no tenía radio, lo aterrizó; tuvieron que echar mucha agua para ahogar las turbinas, porque no había otra forma de apagarlo por la misma falla general”, narró un testigo del incidente que al no estar autorizado para emitir declaraciones, pidió anonimato.
Según el sitio en Internet, www.flightaware.com, el jet privado pertenece a Carlos Villaurrutia y anteriormente prestaba sus servicios en el Departamento de Justicia de los Estado Unidos.
http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/05/25/1025983
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