Rehabilitación de pistas y apertura de otras nuevas
El año próximo la Secretaría de Seguridad Pública contará con un cuerpo especial de “patrulleros aéreos” que vigilarán carreteras y poblaciones yucatecas desde las alturas.
Aunque no sustituirán a los carropatrullas y camionetas antimotines en los recorridos por carreteras de la entidad, pequeñas avionetas complementarán la vigilancia de estos caminos.
Para tal fin, como hemos informado, el gobierno del Estado pretende adquirir el año próximo un helicóptero más grande que el actual y por lo menos otras dos avionetas.
Además, se pretende construir varios helipuertos y habilitar pistas aéreas en el interior del Estado.
Sólo la pista Cupul Sin embargo, hasta el momento sólo la aeropista Cupul, en Tizimín, sería autorizada por las autoridades aeronáuticas para que la utilice el gobierno del Estado.
En la lista de pistas que se rehabilitarían están las que funcionaron en Maní, Maxcanú, Tabi, Santa Rosa, Chocholá, Nohalal —comisaría de Tekax— y Tzucacab. Además, se construirían otras en Dzilam Bravo, Celestún, Ticul, Progreso y Tekax.
Al ampliar la información sobre este proyecto, el titular de la SSP, Luis Felipe Saidén Ojeda, confirmó que al menos la de Tizimín podría ser usada nuevamente para que las aeronaves desciendan, pues está en condiciones de hacerla funcional.
Esa aeropista, según se constató ayer, ha estado en el abandono en los últimos años, y actualmente es utilizada por el Ayuntamiento de Tizimín para almacenar material para la construcción de calles, La pista Cupul, como se le conocía, se ubica a un costado de la calle 51, en la salida de Tizimín hacia Mérida.
Independientemente de si se logra la autorización de habilitar otras pistas, Saidén Ojeda dijo que es un hecho que el patrullaje aéreo se hará en 2009.
De hecho, señaló que los “patrulleros aéreos” comenzarán en los próximos días sus recorridos con el helicóptero actual.
La aeronave volará tres veces al día en la ciudad en esta temporada decembrina.
Viajarán agentes equipados con rifles de largo alcance —francotiradores—, en un ensayo de lo que se espera cuando se adquiera el otro helicóptero con mayor capacidad de carga que el actual.
Saidén Ojeda reiteró que la vigilancia aérea es una necesidad, pues ya hay actualmente 5,500 kilómetros de carretera, lo que indirectamente también incrementa el número de accidentes graves.
Rescate y traslado Las avionetas y el helicóptero que se pretende adquirir permitirán, según el funcionario, efectuar rescates y traslados de personas accidentadas, además de participar en búsqueda de pescadores extraviados en alta mar, un hecho cada vez más común en territorio yucateco.
—Lo ideal sería que contáramos con helicópteros en Mérida, Tizimín y Valladolid, pero si no podemos tenerlos en los tres lugares trataremos de complementar la vigilancia con pequeñas avionetas, capaces de volar a abaja altura, e incluso de aterrizar en algunas carreteras —señaló Saidén Ojeda.